viernes, 1 de mayo de 2015

Obstrucción de la Vía Aerea

OBSTRUCCIÓN DE LA VÍA AÉREA / ASFIXIA

La obstrucción de la vía aérea es una urgencia que se produce con frecuencia en los adultos y sobretodo en los niños. En esta situación se impide que el aire circule por la vía aérea  por lo tanto el oxigeno no llega a los pulmones, como consecuencia de la falta de oxigeno se produce la pérdida de consciencia que si no se resuelve pronto puede comprometer la vida de la persona.
Las causas de esta obstrucción se debe a cuerpos extraños, en los niños, provocados por juguetes, frutos secos, botones, etc y en el caso de los adultos, los alimentos sobretodo.
El paso del aire se puede obstruir de forma completa o incompleta aumentando su gravedad.

OBSTRUCCIÓN INCOMPLETA: ocurre cuando el cuerpo extraño no obstruye del todo la vía aérea.Se produce tos enérgica de comienzo brusco pero la consciencia no se altera.

      - COMO ACTUAR : en este caso,al estar consciente, no hay que hacer nada, solo dejar que siga tosiendo para que así se expulse el objeto. No se recomienda dar palmadas en la espalda mientras esté tosiendo ya que así podemos impactar aun más el cuerpo extraño en lugar de expulsarlo.

OBSTRUCCIÓN COMPLETA: cuando no existe ninguna entrada de aire o se produce después de una obstrucción incompleta que no mejora. Como el aire de los pulmones no puede salir ni entrar, la víctima no podrá toser, hablar, ni respirar. Aquí se puede perder la consciencia y existen signos característicos, como compresiones torácicas, las manos en la garganta ...






-COMO ACTUAR:   de forma rápida.

Si no está tosiendo:  1º: Dar palmadas en la espalda con el talón de nuestra mano con la víctima hacia adelante.

2º: Maniobra de Heimlich : aplicar compresiones con el puño cerrado entre la apófisis xifoides y el ombligo, las compresiones deben ser adentro y arriba de manera fuerte y rápida hasta que expulse el objeto extraño. A continuación hay un vídeo para que veas mejor la técnica.





- Si la víctima esta consciente: colocarse detrás de la víctima y realizar la maniobra anterior realizando fuertes compresiones hacia arriba y adentro.Se hará unas 3 o 4 veces y se alternarán con palmadas en la espalda.
- Si la víctima está inconsciente: hay que tenderla en el suelo boca arriba con la cabeza a un lado y la boca abierta. Colocamos el talón de nuestra mano sobre el ombligo de la víctima y la otra mano encima. Se realizan compresiones fuertes hacia arriba. Después hay que revisar la boca por si ha expulsado el cuerpo extraño y una vez esto, se colocará en Posición Lateral de Seguridad






                 

                          









martes, 28 de abril de 2015

Situaciones de Emergencia RCP

ESTE BLOGG ES PARA COMPARTIR ALGÚN SUCESO QUE HAYA PUESTO EN RIESGO TU VIDA O HAYAS PRESENCIADO ALGÚN EVENTO ADVERSO Y CUALES FUERON TUS PRIMERAS MEDIDAS DE ACCIÓN PARA SALVAR UNA VIDA.!!!


Soporte Vital Básico en el Adulto. Principios generales. 



Dr. Ronald Jerry Guzmán Gabriel

Resumen: 

Para la víctima de un paro cardíaco, es vital la rápida sucesión de los primeros eslabones de la cadena de supervivencia: 

• Asegurar la escena del accidente, analizar la situación y activar el servicio de emergencias médicas 112/061. 
• Realizar las maniobras de soporte vital básico (SVB) hasta la llegada de soporte vital avanzado (SVA). 

o Valorar el estado de consciencia. 
o Apertura de la vía aérea. 
o Valorar la respiración. 
o Alerta de paro si no respira. 
o Realización de compresiones torácicas rápidas y enérgicas. 
o Respiración boca a boca. 
o Secuencia de compresiones ventilaciones 30/2. 
o Desfibrilación precoz. 

• El personal sanitario no experto realizará reanimación cardiopulmonar (RCP) instrumental. El nivel de la RCP instrumental dependerá del grado de responsabilidad y capacitación de este personal. 





Introducción 


El paro cardiorrespiratorio es una de las causas más frecuentes de muerte en Europa. Dado que pueden ser diversas causas las que pueden conducir a esta situación, su prevención incluye diversos aspectos como un estilo de vida saludable, realizando ejercicio y evitando el sedentarismo, una alimentación adecuada rica en verduras, frutas, legumbres, cereales y pobre en grasas animales, ingesta de sal moderada no iniciar o abandonar hábitos tóxicos. 

Por otra parte, las medidas de prevención de accidentes en el ámbito laboral como doméstico, junto con el cumplimiento de las normas viales y una conducción prudente, contribuyen a disminuir esta situación de emergencia. 

Situaciones de emergencia médica 

La gran mayoría de los PCR extrahospitalarios son causados por una fibrilación ventricular (FV) o una taquicardia ventricular sin pulso (TVSP). Estas arritmias solo pueden tratarse con la desfibrilación, y por cada minuto que pase, las posibilidades de que esta sea efectiva, disminuyen entre el 7% y el 10%. De no hacerse precozmente, el ritmo pasará a asistolia y será poco probable que el paciente se recupere. La reanimación cardiopulmonar (RCP) en los primeros minutos es esencial, pues a partir de los 5 minutos la supervivencia disminuye rápidamente y a los 9 minutos puede haber lesiones cerebrales casi en el 100% de los pacientes. Las compresiones torácicas correctamente realizadas hacen llegar al corazón un mínimo aporte de oxígeno que mejora el sustrato metabólico del miocardio, consiguiendo que la desfibrilación sea más eficaz. Además, el corazón en fibrilación ventricular (FV) se dilata sobre todo en el ventrículo derecho y en esta situación las compresiones torácicas, al vaciarlo, reducen su tamaño y hacen que la desfibrilación posterior sea más efectiva. 

Por otro lado, en niños y victimas de traumatismos graves, atragantamientos, ahogamientos o sobredosis, es muy frecuente que la causa del paro sea la asfixia. En este caso, ventilar al paciente es fundamental. 




Cadena de supervivencia 
La cadena de supervivencia es la concatenación de una serie de sucesos, ya que realizándose en el orden debido y en el menor tiempo posible, ponen al paciente que ha sufrido un paro cardiorrespiratorio (PCR) en los mejores condiciones para poder superarlo. Consta de 4 eslabones: 

1. Rápido conocimiento de la situación de emergencia y activación rápida del servicio de emergencias médicas 112/061. 
2. Realización soporte vital básico (SVB) por las personas que presencian el paro. 
3. Desfibrilación precoz. La reanimación cardiopulmonar (RCP) más desfibrilación en los 3-5 primeros minutos de la PCR, consiguen la supervivencia del 49%-75%. 
4. Soporte vital avanzado y cuidados postresucitación. 





Soporte vital básico 

Tiene como finalidad el mantenimiento de una mínima oxigenación de los órganos vitales mediante la ventilación con aire espirado y las compresiones torácicas. Se deben realizar las siguientes valoraciones: 

Valoración del nivel de consciencia 


Antes de acercarse a alguien, lo primero es la valoración de la escena, evitando riesgos innecesarios. Para analizar el nivel de consciencia nos aproximaremos a la víctima y le preguntaremos: ¿qué le pasa? Mientras sacudimos suavemente los hombros. Si la víctima responde se considerará que está consciente si no, determinaremos que ha perdido la consciencia. 

En la victima consciente, existen dos situaciones que pueden poner su vida en peligro de forma inmediata: Hemorragia grave y exanguinante, y la posible obstrucción de la vía aérea por obstrucción de cuerpo extraño. En otros casos, se deberá dejar a la víctima en la posición que se encontró, intentando saber que le ocurre y prestarle ayuda. Alertaremos al servicio de emergencias médicas si fuera precio y evaluaremos la situación frecuentemente. 

En la víctima inconsciente, se produce una pérdida generalizada del tono muscular y la consiguiente caída al suelo. La lengua se puede desplazar hacia atrás y la pérdida del tono del paladar blando puede obstruir la vía aérea. Este hecho es muy frecuente y es una causa de muerte importante en una persona en decúbito supino con pérdida transitoria de la consciencia. La actuación en estos casos es proceder gritando ayuda, apertura de la vía aérea mediante maniobra frente mentón: Esta se realiza colocando a la víctima en decúbito supino y apoyando una mano sobre la frente para echar la cabeza hacia atrás, hiperextendiendo el cuello, y con el dedo índice y medio de la otra mano elevar el mentón para abrir la vía aérea. 






 Valoración de la ventilación

Manteniendo la maniobra frente-mentón, aproximaremos nuestra mejilla a la boca de la víctima para oír la salida del aire de la boca de la víctima, ver como se eleva el pecho con los movimientos respiratorios y sentir en la mejilla el aire exhalado. 

En los primeros momentos del paro cardiorrespiratorio la víctima con frecuencia puede realizar algún intento de respiración agónica o bocanadas, las cuales no se deben confundir con una respiración normal. Hay que ver, oír y sentir durante no más de 10s. Si quedara alguna duda sobre si la respiración es normal o no, actuar como si NO LO FUERA







Si la víctima respira normalmente la pondremos en posición lateral de seguridad y enviaremos o iremos a buscar ayuda además de comprobar con frecuencia la respiración. 

Si no respira normalmente enviaremos a alguien en busca de ayuda. Si estamos solos abandonaremos momentáneamente a la víctima para avisar al servicio de emergencias médicas. Volvemos a su lado e iniciaremos las compresiones torácicas: 



Compresiones torácicas 

• Debemos asegurarnos de que la víctima está en decúbito supino sobre una superficie lisa y firme. Nos arrodillaremos junto a ella, le descubriremos el tórax y le situaremos el talón de una mano en el centro del pecho sobre el tercio inferior del esternón. 
• Colocamos el talón de la otra mano sobre la primera y entrecruzamos los dedos de las manos para evitar apoyarlos sobre el paciente y conseguir realizar las compresiones sobre los talones. 

• Nos situamos vertical al paciente con los brazos extendidos y presionamos sobre el esternón para hundirlo 4-5 cm. Se deben realizar las compresiones con fuerza. Aprovecharemos nuestro propio peso para realizar las compresiones. 
• Después de cada compresión, relajaremos la presión pero no perderemos el contacto con el pecho del paciente. El tiempo de compresión debe ser igual que al de relajación. La frecuencia será de 100/min. 

Después de realizar 30 compresiones, realizaremos 2 ventilaciones efectivas de la siguiente forma: 

• Comprobaremos que la víctima no tiene ningún cuerpo extraño en la boca. 
• Realizaremos la respiración boca-boca al paciente: abriremos la vía aérea con la maniobra frente-mentón y con el pulgar e índice de la mano apoyada sobre la frente, pinzaremos la nariz para impedir que salga el aire. Mantendremos el mentón elevado y la boca abierta. 
• Inspire profundamente y rodee con los labios la boca del paciente. 
• Sople el aire en la boca de la víctima, mirando de reojo al pecho para visualizar la elevación del pecho con la entrada del aire. Debe durar aproximadamente 1 segundo. 





• Manteniendo la maniobra frente-mentón, separamos nuestra boca de la de la víctima para que el aire salga. Miraremos para verificar que el tórax se descomprime. Después procederemos a realizar una segunda insuflación. Volveremos a colocar correctamente las manos en el centro del tórax para realizar otras 30 compresiones torácicas. 
• Si las insuflaciones iniciales no hubieran sido efectivas, exploraremos la boca buscando una posible obstrucción y aseguraremos que la maniobra frente-mentón está realizada correctamente. 
• Continuaremos con las compresiones ventilaciones 30:2. 
• Nos detendremos para evaluar a la víctima únicamente si comienza a respirar normalmente o a moverse. De no ser por este motivo, no interrumpiremos la reanimación. 
• SI hay más de un reanimador, se deberá alternar para evitar la fatiga. Este cambio debe hacerse los más rápidamente posible. 
• Si disponemos de un desfibrilador externo semiautomático lo conectaremos, colocaremos los parches sobre el pecho del paciente y seguiremos las indicaciones. 
• Continuaremos la reanimación cardiopulmonar (RCP) hasta la llegada de los servicios de emergencia, la víctima respire espontáneamente o el reanimador esté extenuado.






jueves, 23 de abril de 2015

Soporte Vital Básico en Pediatría

Soporte vital básico en pediatría. Como manejar la parada cardiorrespiratoria.


Resumen:
La reanimación cardiopulmonar (RCP) básica es la combinación de destrezas y maniobras que, sin utilizar dispositivos técnicos, permite reconocer a una persona que está en situación de parada respiratoria o cardíaca y tratarla de forma adecuada, ganando tiempo hasta que la victima pueda recibir tratamiento avanzado.
La reanimación cardiopulmonar (RCP) básica debe ser iniciada lo antes posible. Su principal objetivo es proporcionar una oxigenación suficiente para “proteger” al cerebro y otros órganos vitales. De forma ideal, todos los ciudadanos deberían tener conocimientos y destrezas para hacer la secuencia de reanimación cardiopulmonar (RCP) básica. Dicha reanimación cardiopulmonar (RCP) básica es más efectiva cuando el reanimador la aplica correctamente, pero aun que se haga de forma poco correcta, merece la pena intentarla, ya que el resultado será mejor que si no se hace nada.
SECUENCIA DE LA REANIMACIÓN 

CARDIOPULMONAR (RCP) BÁSICA PEDIÁTRICA
Aunque es poco frecuente, la parada cardíaca primaria que presenta un ritmo de fibrilación ventricular o taquicardia ventricular sin pulso también puede producirse en los niños.
En esta situación es probable que el pronóstico dependa de ala realización de una desfibrilación precoz.
Sin embargo, para la mayoría de niños que sufren una PCR (parada cardiorrespiratoria), la secuencia de actuación recomendada se basa en dos hechos fundamentales:
  1. La mayoría de las paradas cardiacas son hipóxicas en su origen y por tanto la prioridad es la apertura de la vía aérea y la administración inmediata de oxígeno.
  2. La arritmia más frecuente hallada en la parada cardiaca pediátrica es la bradicardia grave que está evolucionando hacia la asistolia. Por tanto, la reanimación cardiopulmonar (RCP) básica efectiva es más importante que el acceso rápido a un desfibrilador.
La reanimación cardiopulmonar (RCP) básica debe ser realizada de forma secuencial. El orden de actuaciones es muy importante ya que si una maniobra no se realiza correctamente se puede comprometer la eficacia de la siguiente.
La secuencia a seguir es la siguiente:

  1. Seguridad
  2. Estimular
  3. Gritar, pidiendo ayuda
  4. Vía aérea
  5. Ventilación
  6. Circulación
  7. Revalorar

1. SEGURIDAD
En todas las emergencias es esencial valorar rápidamente la situación y comprobar la seguridad del reanimador y del niño.
Todos los líquidos corporales deben ser considerados como potencialmente infectados. Se usará guantes tan rápido como sea posible y, siempre que estén disponibles, métodos de barrera o bolsa y mascarilla para ventilar al paciente.
2. ESTIMULAR
Es importante establecer el grado de respuesta del niño que está aparentemente inconsciente, mediante estímulos verbales y táctiles, ya que podría no encontrarse en una situación tan crítica como parece.
Nunca se debe mover bruscamente o zarandear a un niño.
Si el niño responde moviéndose, llorando, gritando o hablando, se debe valorar su situación clínica y cualquier peligro potencial y, si fuera necesario, pedir ayuda.
Si no hay respuesta, se debe continuar con la secuencia de reanimación cardiopulmonar (RCP) básica.
3. GRITAR PIDIENDO AYUDA
Se debe gritar pidiendo ayuda y comenzar la reanimación cardiopulmonar (RCP) básica inmediatamente. No se debe abandonar al niño para solicitar la ayuda.
4. VÍA AÉREA
En el niño inconsciente, es probable que la lengua ocluya la vía aérea. Por tanto, el reanimador debe abrir en primer lugar la vía aérea.
Se recomiendan dos maniobras:
a)             Maniobra frente-mentón: (contraindicada si se sospecha traumatismo cervical). Durante la maniobra frente-mentón evitaremos cerrar la boca, empujar los tejidos blandos situados bajo el mentón e hiperextender el cuello.
b)            Maniobra de elevación mandibular: es la maniobra más eficaz para la apertura de la vía aérea en el niño y el método preferido cuando se requiere inmovilización cervical. Consiste en el desplazamiento de la mandíbula hacia arriba y adelante.
c)             Comprobar la vía aérea: independientemente del método de apertura de la vía aérea que se utilice, es importante la exploración del interior de la boca para asegurarse de que no existe un cuerpo extraño, si es así se debe proceder a la extracción del mismo o limpieza de secreciones orales.
5. VENTILACIÓN

Aproximando nuestro oído y mejilla a la boca del paciente: ver los movimientos torácicos y/o abdominales, oír y sentir el aire espirado. Esperar 10 segundos antes de determinar la ausencia de respiración.
a)                    Si respira: colocarlo en posición de seguridad, salvo que pueda agravar lesiones.
b)                    Si realiza movimientos tóraco-abdominales sin objetivarse salida de aire: reevaluar apertura de la vía aérea, ventilar, y si persiste sospechar obstrucción por cuerpo extraño.
c)                    Si no respira: ventilar.
En decúbito supino, manteniendo la apertura de la vía aérea, efectuar 5 insuflaciones lentas, de 1-1,5 segundos cada una, tomando aire entre ellas. Será boca/nariz-boca en lactantes y boca/boca en los mayores, pinzando la nariz con el pulgar e índice. El volumen debe ser el necesario para elevar el tórax como en una respiración normal, evitando volúmenes excesivos por riesgo de barotrauma y distensión gástrica. Si existe dificultad para ventilarlo, reevaluar apertura de vía aérea, y si persiste, sospechar obstrucción por cuerpo extraño.
6. CIRCULACIÓN
Debemos palpar el pulso braquial en lactantes y el carotídeo en los mayores. No debemos invertir más de 10 segundos en su comprobación.
a) Si existe pulso pero no respira, mantener ventilación de rescate (cada 3 segundos en lactantes, cada 4 segundos en niños, y cada 5 segundos en adolescentes y adultos).
b) Si no existe pulso o la frecuencia es inferior a 60 latidos/min en lactantes, en presencia de signos de mala perfusión, practicar compresiones torácicas alternándolas con la ventilación: 5 compresiones torácicas/ 1 insuflación (15 compresiones torácicas /2 insuflaciones si es un niño mayor de 8 años y estamos solos).
El masaje cardíaco consiste en una serie de compresiones torácicas rítmicas a nivel de la parte anterior del tórax que producen el “bombeo” de la sangre hacia los órganos vitales, para mantenerlos viables hasta el momento en que se restablezca la circulación espontánea. Para que las compresiones torácicas sean efectivas, el niño debe estar situado en posición supina sobre un plano duro, manteniendo la cabeza en posición que permita mantener la vía aérea permeable.
La relación compresión/ventilación recomendada para niños de cualquier edad es 15/2.
Para ello, las interrupciones en las compresiones deben ser las mínimas posibles.
La frecuencia de las compresiones debería ser de 100-120 por minuto.
El objetivo del masaje cardíaco es deprimir el tórax al menos 1/3 del diámetro anteroposterior, empleando el mismo tiempo en la compresión y en la relajación.
En todos los lactantes y niños, se deben realizar las compresiones torácicas sobre la mitad inferior del esternón. Para evitar la compresión de la parte superior del abdomen, hay que localizar la parte inferior del esternón en la zona en que se juntan los bordes inferiores de las costillas y realizar la compresión un dedo por encima de ese punto.
Existen varias técnicas para realizar las compresiones torácicas:
  1. Técnica con dos dedos
El reanimador debe colocar dos dedos de una mano sobre la parte inferior del esternón. Se deprimirá el esternón al menos 1/3 del diámetro anteroposterior del tórax. Después de cada compresión, durante la fase de relajación, el reanimador liberará la presión manteniendo los dedos sobre el punto del masaje. Al final de cada serie de 15 compresiones, para conseguir una apertura óptima de la vía aérea, se realizará la elevación del mentón con los dedos con los que se estaba realizando el masaje y se administrarán dos respiraciones de rescate.
  1. Técnica del abrazo con los dos pulgares.

Las manos del reanimador deben abrazar la caja torácica del lactante, con la espalda del niño apoyada sobre los dedos. Se deben realizar compresiones tal como se describió anteriormente.
  1. Compresiones torácicas en niños.
 Utilizando los puntos de referencia descritos anteriormente, el reanimador se colocará a un lado del niño y situará el talón de una mano directamente sobre el eje mayor de la mitad inferior del esternón. Los dedos deben estar elevados sobre el tórax del niño para asegurarse que solo la palma de la mano ejerce presión sobre el mismo. Si con una mano le resulta difícil conseguir una profundidad de masaje de al menos 1/3 del diámetro anteroposterior del tórax, el reanimador deberá usar ambas manos. En este caso, la segunda debe situarse sobre la primera, con los dedos de ambas entrelazados.
8. REVALORACIÓN
Las compresiones torácicas deben ser de suficiente calidad como para producir pulso central durante la reanimación cardiopulmonar (RCP). Tras un minuto para brevemente y valorar el ABCDE buscando “signos de vida” y asegurarse de que el Servicio Médico de Emergencias ha sido alertado.
DURACIÓN DE MLA REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR (RCP) BÁSICA
La reanimación cardiopulmonar (RCP) básica debe finalizarse cuando:
  1. El niño muestre signos vitales espontáneos.
  2. Otros reanimadores se hagan cargo de la resucitación.
  3. El reanimador esté demasiado cansado para seguir con la reanimación.
ALGORITMO DE REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR (RCP) BÁSICA PEDIÁTRICA